La lesión de Griezmann, otra bronca a Suárez y una mala racha de Simeone: «Toca apuntar al partido a partido»

El francés se marchó lesionado al descanso tras una dura entrada de Carvajal. El charrúa fue recibido con hostilidad por la grada blanca

Griezmann, tendido tras la entrada de Carvajal.

El viento de popa de Oporto no le dio al Atlético para asaltar el Santiago Bernabéu, cuestión básica para poder seguir mirando fijamente a los ojos de esta Liga. El campeón yace ya a 13 puntos (con un partido menos) del Real Madrid, en una competición que se ha convertido en un laberinto, tras dos derrotas consecutivas. Por primera vez, además, Diego Pablo Simeone fue derrotado en Liga por Carlo Ancelotti. «Veníamos de un esfuerzo mental muy grande en Portugal. Ellos tenían la pelota pero no ocasiones y a partir del gol el partido toma otro camino», analizaba el técnico argentino, que acumula 11 derbis en España (ganó en Champions y en la Supercopa de Europa) sin conocer la victoria.

De un error de Koke nació el primer gol del blanco. El capitán rojiblanco asumió su culpa instantes después de concluir el asalto. «Ha sido un partido muy igualado. De un error mío en las salida de balón marcaron el primero y en una contra hicieron el segundo. El equipo ha dado la cara y queda mucho, esto sigue», advertía. «Ellos te dejan la pelota, se meten atrás y cuando recuperan lo hacen muy rápido, cuando tiene el balón… en dos contragolpes nos han hecho dos goles».

Hubo un novato en esta suerte de partidos que parecía haber jugado más que todos sus compañeros. Rodrigo de Paul, que lleva poco más de cuatro meses como rojiblanco, ha interiorizado muchos de los principios rojiblancos. El argentino se las tuvo tiesas con medio Real Madrid. Primero dejó un par de recados a Kroos, que el alemán enumeró con sus dedos para advertir a Mateu Lahoz. Después, se acercó a Vinicius, bien atado por Marcos Llorente, para tratar de amedrentarle con esos gestos de futbolista canchero que le hicieron triunfar en Italia. Y, de repente, se topó con Casemiro. Miradas, golpes, recados, susurros y sonrisas reveladoras. Quizás había alguna cuenta pendiente de la pasada final de la Copa América, que acabó alzando su Argentina.

«LIGA HAY SEGURO»

Courtois tiró de reflejos cuando, en el primer acto, Antoine Griezmann buscó la escuadra de una de sus porterías favoritas. En ese mismo rincón ajustició al Real Madrid en 2016. Fue la última victoria de los rojiblancos frente al vecino. Anoche, a diferencia de aquella tarde, el belga respondió con acierto, mientras Simeone se retorcía en el banquillo. El ariete galo no volvería pisar el verde tras el descanso, tras sufrir una dura entrada en su tobillo de Carvajal. Joao Félix, inédito en Oporto, sería su sustituto. El luso esparció en sus primeros minutos más pólvora que la que había enseñado su equipo en toda la primera parte. Suya fue una asistencia que Cunha no logró convertir en el empate. El efecto se diluyó.

Y para cuando Luis Suárez pisó la hierba, la pelea estaba casi perdida por el Atlético. Eso sí, el Bernabéu recibió al uruguayo de uñas. Con una bronca que guardaba todos los episodios del delantero uruguayo con la camiseta del Barcelona. A saber: 12 goles en 18 partidos. «Tenemos una diferencia grande con el primero. Hay que mirar al que está más cerca de nosotros en la Liga y apuntar al partido a partido», cerraba Simeone, a 13 puntos del líder.

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